¿Qué hago para beneficiarme de los efectos positivos del ayuno?, ¿Cómo comencé a hacerlo?
Lo primero que comencé a hacer hace aproximadamente 3 años, fue quitar las meriendas de la mañana. Tuve que aumentar un poco la cantidad de comida del desayuno para poder aguantar hasta la segunda comida, pero sobre todo introduje más vegetales y grasas saludables para saciarme más. Al principio las sensaciones no eran muy agradables, pero tenía clarísimo que no me iba a morir por no comer durante unas horas.
Lo segundo que comencé a hacer fue a entrenar en ayunas. Durante las primeras 2 semanas me sentía súper débil y un poco mareada, síntomas comunes de la «necesidad» de glucosa, pero esto forma parte del «entrenamiento» del metabolismo. Ahora me siento súper bien y agradezco mucho no sentirme inflamada o pesada por no haber terminado de hacer bien la digestión.
Una vez que dominé lo anterior, eliminé las meriendas de la tarde y así ya tenía asegurado que como mínimo había 5 horas entre una comida y otra.
Mi siguiente experiencia fue con un ayuno de 40 horas que es el máximo de tiempo que he hecho. Mi esposo y yo lo hicimos como protocolo de entrada a la dieta cetogénica y las estrategias que utilizamos fueron: hacerlo en un fin de semana que nos quedáramos en casa, tomar un caldo como última comida e ir tomando agua, té, café e infusiones. Mi experiencia no fue muy positiva, cuando llevaba unas 35 horas me sentía súper débil, me costaba hasta caminar bien y vomité una vez. Se suponía que íbamos a ayunar 48 horas pero decidimos pararlo a las 40 por mis sensaciones. Para él fue diferente porque incluso pudo hacer una rutina de ejercicio de alta intensidad.
Después de unos meses, volvimos a intentarlo, esta vez con unas horas menos de ayuno, pero igualmente las últimas horas fueron muy difíciles y de nuevo volví a sentirme muy mal. Sigo investigando sobre mis sensaciones y lo que he encontrado es que para las mujeres el ayuno es diferente porque tenemos un sistema hormonal bastante complejo y diferentes respuestas al estrés que los hombres, entonces seguramente mi ciclo hormonal haya influido. También es claro que cada cuerpo es un mundo.
¿Qué hago actualmente?
Desde hace unos meses para acá estoy haciendo un ayuno intermitente de 16/8. Por mi jornada laboral, lo que mejor se ajusta es hacer una comida al medio día y una por la noche, aunque me gustaría poder hacerlo más acorde a los ciclos circadianos y cenar más temprano, incluso para tener un mejor descanso. Además, intentamos como mínimo una vez a la semana hacer un ayuno de 24 horas y cada vez se nos hace más fácil. Intento tomar bastantes infusiones y agua durante el día, eso me mantiene saciada. Además, y no menos importante, cuando rompo el ayuno lo hago con comida que me encanta, que preparamos con mucho cariño, con alimentos de buena calidad en señal de recompensa.
Por último, que no se me olvide mencionar que si algún día tengo mucha hambre me como algo y ya está, tampoco pasa nada, cada día es diferente y a veces tienes necesidades diferentes según tu rutina o simplemente te dan ganas de comer algo en un momento determinado. ¡Para mi ayunar ha sido una de las mejores herramientas para mejorar mi calidad de vida! Me siento con mucha energía para afrontar el día a día y mi sistema digestivo está muy agradecido.